jueves, 27 de marzo de 2014

Post 2. Las claves de la Web Social

En mi entrada anterior hacía referencia al vídeo difundido por el Departamento de Etnografía Digital de la Universidad de Kansas hace ya algún tiempo The machine is us/ing us y al artículo de Merlo (2009) sobre las claves de la web social. 
En esta segunda intervención, mi intención es volcar mis reflexiones al hilo de estas dos lecturas de una forma más pausada, sin dejarme llevar por el entusiasmo del blog recién estrenado. 
Tanto el vídeo como el artículo llaman nuestra atención sobre la revolución que ha supuesto la red social con respecto a la primera web, una web en la que "alguien" producía y "otros" consumían la información. En la red social todos nos hemos convertido en productores y consumidores potenciales, los denominados prosumers. En definitiva, la web 2.0 supone un cambio más de actitud que tecnológico. 
Como afirma Merlo, el navegador (que no es precisamente nuevo) se convierte en la principal herramienta con nuevas posibilidades, pero el principal cambio se da en la participación. Ahora todos somos la red, todos somos responsables tanto de sus contenidos como de su organización. A la primera revolución que supuso el hipertexto, se suma en la web 2.0 la adopción de XML como lenguaje de marcado que permite separar contenido y formato y, de este modo, abre la puerta a la reutilización de los datos entre aplicaciones. Se posibilita así mismo que un usuario con un nivel de conocimientos informáticos limitado sea capaz de producir y compartir con otros. Se trata por tanto de que los usuarios de la red se activen y "hagan cosas" diferentes con la información. En ese contexto, la web social se convierte en un mar de verbos, que nos dan idea de que está en movimiento: compartir, construir, colaborar, comentar... 
No obstante, no cabe duda de que este nuevo contexto debe obligarnos a reflexionar sobre sus repercusiones.
El vídeo nos invita a replantearnos aspectos que van desde la ética o la estética hasta la propiedad intelectual, para llegar a reconsiderar nuestra propia personalidad virtual... Como vemos, hay mucha "tela que cortar" en esta red ubicua, y a ello dedicaremos nuestros esfuerzos en las próximas semanas. Otro aspecto que considero que deberíamos tener presente ante esta nueva realidad es lo que Eli Pariser denomina "filtros burbuja", y que explica en este vídeo. Como profesionales de la información y la comunicación, hemos de mantenernos alerta para conservar una actitud abierta y consciente frente al mundo. Debemos evitar aislarnos en nuestra propia burbuja y caer en la tentación de pensar que estamos informados, cuando lo que hemos hecho ha sido crear nuestra propia "zona cómoda" de información, adaptada a nuestros gustos y creencias. 
Como reflexión final, me gustaría apuntar que en definitiva la web social nos reta a alcanzar un compromiso entre lo compartido y la personalización,  y es nuestra responsabilidad evitar que la "inteligencia colectiva" nos impida desarrollar nuestra personalidad individual.


Revisión: En lo esencial no ha variado mi visión de la web social en cuanto a lo que se decía en este post. Si acaso, puedo decir que me siento más parte de esa realidad que ya sabía que existía, pero que me era bastante ajena. No obstante, me gustaría incluir una reflexión final que va en la línea de algo que se comentó al hilo de la lectura de Merlo (2009), y es que, en contra de lo que se defendía en el último punto, la web social se aleja del décimo punto "El desinterés como base". El desarrollo de la asignatura nos ha dado muestras sobradas de que lo que ocurre en la web social tiene un valor económico difícil de cuantificar, pero incuestionable. Como muestra, valga el hecho de que el artículo de Merlo, gratuito hace unos meses, ahora cuesta 5 euros... que no es ni mucho ni poco, ni digo que no esté bien que se pague, pero es dinero al fin y al cabo. 


martes, 25 de marzo de 2014

La web social y el conejo de Alicia

No es la primera vez que veo el vídeo The Machine is us/ing us, ya había tenido ocasión de verlo en el marco de otras asignaturas del Máster en Bibliotecas Digitales y Servicios de Información Digital de la Universidad Carlos III.
Sin embargo, debo decir que esta vez, tal vez por lo que adivino que se nos viene encima en la asignatura Web Social, tal vez por los subtítulos, me he sentido más abrumada que nunca. Siempre tengo la sensación de ir corriendo como el conejo de Alicia en el País de las Maravillas, de andar llegando tarde a todas partes, sobre todo en el mundo digital.

Y eso que no se puede decir que no haya estado en contacto con lo digital desde hace... Caramba, no soy nativa digital, pero acabo de darme cuenta de que mi primera cuenta de correo electrónico (en Telnet, por si nos lee algún viejuno) está a punto de alcanzar la mayoría de edad. 
Y es verdad que esto de Internet ha cambiado mucho desde entonces... Que la web está hecha para conectar personas, nos dicen, no solo para publicar datos, sino para enlazarlos, para crear una gran comunidad mundial. 
Reconozco que hasta que comencé el Máster era un poco reacia a todo lo que tuviera un cierto aroma a redes sociales. No es que sea particularmente celosa de mi intimidad (como dice mi madre "Si no la haces, no la temes"), pero he de reconocer que me daba cierto reparo "exhibirme" a diestro y siniestro. 
Con el tiempo no me ha quedado más remedio que rendirme, en parte obligada por el Máster, y en parte ante la evidencia de que este es el mundo en el que vivimos... O no. Creo que en ocasiones caemos demasiado en la tentación de pensar que todos estamos en el mundo digital. Sin embargo, cuando miro a mi alrededor compruebo que mis personas más cercanas siguen siendo "de carne y hueso", en absoluto son tan "digitales" ni están tan "doscerizados" como se nos quiere hacer creer. 
Pero no voy a empezar en la asignatura haciéndome un pequeño hara-kiri... Mejor no, lo dejaremos para más adelante.
De momento, vayamos a las claves de la web social... Merlo (2009) llama nuestra atención sobre la revolución que la web social ha supuesto en los últimos años en el ámbito de los centros de información. Presenta una radiografía de las "tecnologías de la participación", en la que hace hincapié en la naturaleza social de la web 2.0. Palabras como "interacción", "colectivo", "participación" salpican su decálogo, dejándonos la idea de que esta nueva web se construye entre todos... Y con esa intención me aproximo a esta asignatura, con la de aprender de los demás y aportar lo que en mi mano esté.
Pero no quiero acabar sin volver a mi papel de Pepito Grillo... De todos, no, insisto, no olvidemos la "brecha digital".
Y ahora, como el conejo de Alicia, voy a seguir abriendo perfiles en redes, que "Llego tarde... llego tarde".