sábado, 10 de mayo de 2014

Reputación en línea: el valor de la corrección lingüística


Perdonad que publique este post, que puede que afiance mi fama como "naysayer". Al leer la lectura recomendada número 6 sobre reputación digital y algunos de los enlaces asociados (como el del bulo de Actimel) reconozco que se me ha encendido la chispa de la lingüista que llevo dentro y me he indignado un poco. De ahí esta entrada un poco "off-topic".
Tengo la impresión de que la lectura 6 adolece de algunos de los males que pretende evitar. Si bien es cierto que la entrada tiene ya cuatro años, y que algunas "modas" sobre el uso de colores y tipos de letra han podido variar, lo que es evidente que no ha cambiado tanto son las normas de ortotipografía y de lo que es una buena redacción. Me pregunto si no estamos centrádonos demasiado en encontrar listas de 10, 20 o hasta 100 herramientas (como bien decía Vanessa esta mañana) que hacen posible que evaluemos tanto nuestra reputación en línea como la de otros a partir de clics, comentarios y otras medidas objetivas y nos estamos olvidando de lo esencial para obtener el respaldo y el respeto de quienes nos siguen y nos leen: el valor (intrínseco y extrínseco) del propio contenido que ofrecemos. 
En mi opinión, una parte del valor de ese contenido reside en una buena presentación, que pasa por un diseño cuidado. La cuestión del diseño puede ser más o menos personal, aunque hay algunas normas básicas al respecto que hemos visto en varias asignaturas del máster como Arquitectura y visualización de la información y en Técnicas Avanzadas de Recuperación de la Información, como pueden ser el contraste óptimo entre el fondo y el texto (oscuro sobre claro o claro sobre oscuro) o que el tamaño de letra resulte legible en cualquier tipo de dispositivo.
Sin embargo, lo que quiero traer a esta entrada (prometo hacer una entrada más centrada en la reputación de la persona e institución que he elegido para "espiar" esta semana) es la necesidad de hacer hincapié en la corrección lingüística: para mí, un blog en el que me encuentro con multitud de errores ortotipográficos e incluso algún anacoluto demuestra el descuido de su autor, y esto me puede hacer dudar hasta de su contenido, ya que quien no se preocupa por revisar lo escrito antes de publicar en cuanto a la forma, no me ofrece muchas garantías de que haya hecho lo propio con el contenido.

En fin, que no quiero ponerme "talibana" de estas cosas, aunque no se requiere tener la pluma de Cervantes para escribir un buen blog, creo que un mínimo de respeto por las normas lingüísticas no puede hacer sino redundar en nuestra (buena) reputación digital.
¿Estáis de acuerdo? ¿Qué opináis al respecto?

4 comentarios:

  1. No puedo estar más de acuerdo, Nava, de verdad.
    Yo también soy una gran "talibana" lingüística (a veces tengo fritos a mis amigos y compañeros), y me chirría cualquier elemento que esté fuera de lugar. Y mira que la lengua española permite mucha flexibilidad, ¡pero hay un límite!

    Este tipo de errores, en mi opinión, restan "puntos" de credibilidad y por ende de reputación. ¿Qué ha sido de revisar y corregir el texto que acabamos de escribir?

    ResponderEliminar
  2. Me sumo a lo que comenta Julia... no llego a considerarme una fundamentalista del idioma, ya que soy consciente que a mi se me escapan también algunos errores, véase las típicas catalanadas, pero casi. Hay cosas que simplemente hacen daño a la vista y dan pie a pensar que detrás de un texto defectuoso hay un pensamiento defectuoso.



    ResponderEliminar
  3. Compañeras, totalmente de acuerdo con vosotras. Yo también valoro muchísimo una redacción correcta y ordenada, además de usar correctamente la lengua. Es molesto leer un texto desordenado, desestructurado, banal... Como bien decís vosotras, las palabras nos sirven para ordenar y expresar nuestro pensamiento. Ambos van unidos.

    ResponderEliminar
  4. He releído varias veces el post y en todas ellas con ganas de comentar, pero no sabía qué poner. Me uno a los comentarios de las compañeras. Es fundamental escribir bien, con estructura y más cuando lo haces para que alguien te lea (no hablo de mi persona, que soy bastante caótica). Escribir bien es fundamental para tener buena reputación (online y no online). La frase de Vanessa "detrás de un texto defectuoso hay un pensamiento defectuoso" creo que lo define bastante bien.

    ResponderEliminar